mientras yo intentaba dormir,
caminando juntos en la noche,
sin pensar que decir.
Como una niña sola y desvalida,
en un pozo sola me tiras,
me abandonas en mi vida,
no puedo evitar que se vaya un trozo de mi alegría.
Dices que si estoy mal,
acudirás presto,
como la madre que a va ver a su niño,
cuando tiene malos sueños.
Yo se que no es así,
por mas que llore y grite no vendrás,
me dejaste aquí,
sola en la esquina del mi pozo redondo,
sola y dolida en mi rincón de oscuridad.
El único agua que recibirá este pozo,
sera agua salada como la del mar,
no traída del borde del continente,
sino traída de mis ojos sin paz.
Ojala no fuera así,
que mis ojos yo pudiera arrancar,
que mi corazón dejara de sentir,
y mi alma estuviera en paz.

Mi última dedicatoria para ti mi niño, aunque tu te marches, en mi corazón estas.