viernes, 24 de agosto de 2007

deseo

Cuando tu mirada y la mía se cruzan,
fuerzas invisibles se lían,
haciendo que nos miremos fijamente,
sin pensar si es de noche o de día.

Cuando nuestros cuerpos intentan actuar solos,
nuestra mente saca hilos de poder,
manos invisibles nos paran,
manos invisibles controlan nuestros cuerpos.

Nuestra vida parada por la sensatez,
nuestro deseo cerrado en una cárcel de carne y hueso,
¿hacemos lo correcto?
nos lo impide el miedo.

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