jueves, 29 de octubre de 2009

Ciro

La noche cae sobre tu cuerpo inerte,
ya no puedes moverte,
no sonreías a la vida y la tristeza te consumía.
Tu cuerpo dejó de alimentarse y fue perdiendo vida,
tu energía se fue apagando,
solo quedó la llama de una cerilla,
que va consumiendo la madera hasta que deja de lucir.
Te fuiste del lado de la gente que te quería,
pero por el dolor no lo veías.
Te despediste de la luz del sol,
te despediste de la vida,
Ahora vives entre raíces de encina,
alimentando una nueva vida.

(dedicado a mi pequeño perro)