lágrimas secas corren por mi cara,
cadenas que me atan las estremidades,
evitando que salga corriendo de mi infierno,
rodeada de gente en rejas transparentes,
todas ellas atadas a su vida y su mentira,
palabras sangrantes salen de sus labios,
llevándome al final de mis días,
caminando por el corredor de la muerte,
hacia mi inyección letal,
primero me pararan el cuerpo,
luego dejaré de sentir y pararan mis pulmones,
y la falta de oxigeno me matara,
mi cuerpo será incinerado,
y mi alma será libre al fin,
mi corazón dejara de sentir,
y yo dejare de sufrir.
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