sábado, 16 de junio de 2007

Cuento Para my elf

Como empieza todo cuento, y este no va a ser menos. Erase una vez o erase que ser era, en un continente lejano llamado azeroth, un joven elfo, que acababa de cumplir la mayoría de edad, acababa de cumplir uno de sus mayores sueños. Erchorus así es como se llamaba el joven elfo, era alto de melena rubia y ojos verdes. Llegó y consiguió con mucho esfuerzo y con ayuda de Navy su dracohalcon( un dracohalcon es una serpiente alada con cara de rapaz) consiguió alcanzar ser el jefe de los exploradores de su rey, al menos de uno de los pequeños grupos de tantos. Cuando consiguió graduarse el rey le ofreció treinta y siete pergaminos, en los cuales debería poner el nombre de cada uno de los miembros de su "pequeño grupo". debería elegir bien ya que en tiempos de guerra toda precaución era poca. Los primeros pergaminos se los dio a sus amigos y a gente de confianza y después guardó unos cuantos ya que su corazón no descartaba la posibilidad de encontrar gente nueva de la que fiarse.


Se estaba Empezando a producir robos en la ciudad, no se sabia quien era la persona encargada, pero se rumoreaba que no mataba solo golpeaba o dormía a la persona a la que robaba.


Erchorus fue encargado de capturar al ladrón ya que como los tiempos estaban revueltos el rey no se podía permitir que alguien empezara a armar el caos desde dentro. Noche tras noche, estuvieron vigilando él y unos cuantos de su equipo, las calles, pero sin encontrar al culpable, hasta que una noche, Erchorus cuando se dirigía a su casa vio una sombra que se movía con gran agilidad. Se acercó a Navy a la boca y la indicó que se acercara con cuidado y se enroscara a las piernas del sujeto y la colgara boca abajo. Navy obedeció haciendo que primero el sujeto cayera de boca y luego agitó las alas para levantarlo del suelo. El sujeto no paraba de moverse, como una lombriz en un anzuelo. El ser era esbelto, de pelo largo, ¿Podría ser una chica?. Erchorus se acercó poco a poco temeroso de que el sujeto sacara algún arma para defenderse, pero si aun no había intentado matar a Navy, porqué preocuparse. Se acercó y se arrepintió de haber sido él el que la capturó, cuando vio la piel lechosa, el pelo blanco como la nieve, los labios carnoso y los ojos verdes de esa joven elfa, su corazón saltó de alegría, sus pulmones dejaron de respirar y el tiempo dejó de caminar. ¿Cómo podría retener a una mujer tan bella?, una mujer que hizo que se diera cuenta de que su corazón existía. ella entrecerró los ojos para ver quien era su captor pero él quedaba a la sombra y nada se veía, solo escucho su voz:


- no vuelvas a robar, por favor, no quiero que te encierren en los calabozos y mutilen tus manos de tu bello cuerpo.


¿Porque ella debería obedecer a esa voz?, no lo sabia, pero era tan dulce, tan preocupada por ella que algo en su corazón dijo de acuerdo.


Erchorus mandó a Navy que la soltara. Esta al verse libre como una ágil liebre salió corriendo por el callejón. Erchorus mandó a Navy que la siguiera con precaución que no le viera, que averiguara su nombre que la quería tener cerca.


Alguna vez la veía por la plaza andando despreocupada,la luz hacía que su piel y su pelo resaltaran sobre las demás. Erchorus cogió fuerzas y se acercó:


-Sombrita. toma esto, se que no te pregunte pero así te tengo cerca.


Sombrita pegó un brinco la voz volvió, esa voz que hizo que ella no robara, esa voz que se preocupaba, la estaba hablando. Se giró y vio a un elfo con cara de niño y rasgos muy atrayentes. Al fin puso cara a la esa voz, la voz con la que soñaba. aceptó el pergamino ya formaba parte del grupo de Erchorus,pero, ¿cómo sabía su nombre?, Daba igual era su voz y ahora su carita de ángel.


Tuvieron muchas misiones juntos y fueron eficaces maquinas de matar. También compartieron muchas noches en el bosque bajo la luna y las estrellas, como única ropa el cielo y el aire nocturno. compartieron momentos muy felices e incluso se llegaron a comprometer.


Un día tuvieron que separarse para hacer misiones por separado. Erchorus cuando volvió de la suya se preocupó mucho porque sombrita no había vuelto, no había regresado. Estubo esperando durante días pero ella no daba señales de vida. Fue a buscarla, sabia que ella se tenía que introducir en el castillo e un mago traidor. Fue directo allí, se adentró en el castillo sigilosamente, mató algunos de los guardias, hasta que llegó a la sala del mago. Encontró al mago sin túnica, había un ser parecía sin vida encima de la cama, por los cabellos blancos y la piel lechosa supo de quien se trataba, ¿que había osado hacerle al amor de su vida? Erchorus con rabia arremetió contra el mago, a este no le dio tiempo a reaccionar, lo único que pudo hacer fue morirse frente a la chimenea bañando el suelo con su sangre. Erchorus se acercó a sombrita, ella ya no tenia ese brillo en los ojos, tenia marcas en el cuerpo de haber sido torturado, le miro y dijo:


-¿Quien eres?


No puede ser, ella se había olvidado de todo, días, noches y lo que es peor del amor de su vida. Erchorus la tapo con mantas y se la llevó hacia la ciudad, ella no puso ninguna resistencia, su cuerpo estaba como muerto, la estubo cuidando días y noches hasta que se recuperara, Busco magos, brujos, druidas y chamanes para que encontrara la cura. Ella empezó a recuperarse y a recordar cada momento cada instante, todo con cada poción que le daban los seres que conocían lo místico. Sombrita volvió a ser la misma e incluso recuperó toda la vida que desprendía. Cuando se recuperó de todo mal, Erchorus y ella se casaron. Fueron felices y comieron predices.

No hay comentarios: